Las enfermedades oncológicas son peligrosas por su capacidad de infectar todo el cuerpo. Por ejemplo, el carcinoma intestinal no es una excepción. Sus metástasis pueden extenderse a los ganglios linfáticos, huesos, pulmones y otros órganos. Las metástasis más frecuentes afectan al hígado. Los focos secundarios de cáncer en el hígado requieren un tratamiento serio, hasta la extirpación de parte del órgano o su trasplante. Sin embargo, los médicos no pueden prescribir medidas tan radicales a nadie. Los métodos de quimioterapia o irradiación a distancia para esta enfermedad son ineficaces.

En el caso de los casos inoperables, el cáncer de hígado metastásico se trata con terapia SIRT en Israel. La terapia SIRT es la irradiación local con el isótopo que se administra directamente a un área afectada del hígado. Los médicos instalan un catéter en la arteria a través del cual el itrio 90 radiactivo ingresa al torrente sanguíneo. Junto con la circulación de la sangre, las cápsulas se introducen en los vasos que forman un tumor y los bloquean. Los isótopos SIRT también destruyen las células cancerosas con radiación beta sin afectar los tejidos sanos. Los efectos secundarios causados por este procedimiento son mínimos.

Oncólogos destacados Prof. Ilan Ron (Sourasky Medical Center, Israel) consideran la terapia SIRT como una de las direcciones más prometedoras en el tratamiento del cáncer primario y secundario en un caso en el que un tumor no es operable.

La terapia SIRT puede causar efectos secundarios como debilidad general y náuseas. En algunas clínicas, los médicos usan sedación ligera para reducir los efectos secundarios. Aún así, la terapia SIRT se considera una de las opciones de tratamiento más seguras contra el cáncer.

La radioterapia intravenosa del cáncer de hígado ha demostrado su eficacia contra los tumores inoperables. La esperanza de vida después de la terapia SIRT aumenta a 10 meses con quimioterapia (3 meses) en la 4ª etapa.