Rinoplastia de la punta nasal en The Nose Aesthetic Clinic

Lo único que no me gustó fue que sólo enseñaron una foto de cómo quedaría la nariz después.

Decir que me sorprendió el enfoque del médico para el tratamiento es no decir nada. Mis impresiones a usted, simplemente no desea experimentar. La operación se acordó en el asesoramiento previo y mis deseos. Llegó el día de la operación. Por la mañana me recogieron en el hotel y con un intérprete, pasé por todos los análisis. A la pregunta de cuándo tendría una reunión con el médico me dijeron que a las 9 de la mañana, entonces señalé que soy alérgico a un medicamento. Pero no me dieron ningún medicamento antes de la operación sin el consentimiento del médico. Cuando ya estaba cambiada de ropa para la operación ( me disculpo en ropa interior, en bata de quirófano ) vino el médico y empezó a explicarme con sus manos que no puede ser así, como yo quiero y él lo ve todo de otra manera. Empezó a explicarme con los dedos cómo va a ser. Interrumpiendo al intérprete. El intérprete no podía seguir el ritmo de la traducción. Apurándome para que tomara una decisión. Le contesté que no podía tomar una decisión sin ver imágenes de lo que me esperaba. Entonces, tras una hora de diálogo, el médico corrigió la curvatura de mi nariz en el teleobjetivo que tenía delante y dijo esto es lo que le espera y me tapó la punta de la nariz con la mano. Volvimos a oír mi negativa, a lo que me dijeron que no había tiempo y que tenía que tomar una decisión. Me dijeron que no había tiempo y que tenía que tomar una decisión. Mis deseos fueron ignorados. Se cambió lo acordado antes de la operación. Mis deseos eran corregir la curvatura y cambiar y reducir la punta de la nariz. El resultado de la operación es que no se corrigió la curvatura y el tabique permaneció igual. Pero el cartílago creció en el lado, lo que yo no pedí en absoluto, y la nariz se agrandó visualmente y se corrigió la punta. Ahora estoy como mínimo impactada con mi aspecto. Todo se hizo a discreción del médico. Ignoró todos mis deseos. Poniéndome delante del hecho. Sin mostrarme una sola foto de lo que me espera. Explicándomelo con los dedos.