Competencia clínica: Capacidad demostrada para proporcionar una amplia gama de tratamientos dentales de manera eficiente y eficaz.
2. Habilidades de comunicación: Sólidas habilidades interpersonales y de comunicación para interactuar eficazmente con pacientes, colegas y personal.
3. Habilidades diagnósticas: Competencia en el diagnóstico de problemas dentales y formulación de planes de tratamiento.
4. Capacidad para resolver problemas: Capacidad para abordar las inquietudes de los pacientes y resolver cualquier problema que pueda surgir durante el tratamiento.
5. Atención al detalle: Meticuloso en la realización de procedimientos dentales para garantizar resultados de alta calidad y la satisfacción del paciente.
6. Colaboración en equipo: experiencia trabajando en colaboración con asistentes dentales, higienistas y otros profesionales de la salud.
7. Atención al paciente: Compromiso de brindar atención compasiva y empática a pacientes de todas las edades.
8. Aprendizaje continuo: Dedicación a mantenerse actualizado sobre los últimos avances en odontología a través de la educación continua y el desarrollo profesional.
9. Gestión del tiempo: habilidades eficaces de gestión del tiempo para gestionar múltiples pacientes y tareas de manera eficiente.
10. Competencia tecnológica: Familiaridad con software dental, sistemas de imágenes digitales y otras tecnologías relevantes utilizadas en la práctica odontológica moderna.