En función del método de realización, la nefrectomía se divide en varios tipos:
- nefrectomía abierta
- cirugía laparoscópica;
- nefrectomía con sistema robótico da Vinci.
Nefrectomía abierta (cavitaria)
La extirpación abdominal del riñón se realiza a través de una incisión oblicua en la región lumbar, el paciente se tumba sobre un lado sano. Mediante la disección de los tejidos en capas, el cirujano alcanza el riñón y lo separa de la cápsula grasa. A continuación, el órgano se lleva a la superficie, el médico venda el uréter con los vasos adyacentes y los extirpa junto con el pedículo renal. Una vez liberado el órgano de la fijación, el cirujano lo extrae, sutura el campo quirúrgico por capas y aplica un vendaje estéril.
La duración de una nefrectomía abierta es de 2-3 horas.
Extirpación laparoscópica del riñón
El cirujano realiza 3-4 punciones en las superficies anterior y lateral de la pared abdominal (cada una de 1 cm de diámetro). A través de ellas, se introduce un instrumento especial: un laparoscopio con una cámara para la visualización y el control de la operación. El médico extirpa el riñón con el pedículo renal, el uréter y los vasos sanguíneos.
La nefrectomía laparoscópica es técnicamente mucho más complicada que la cirugía abierta, pero tiene una serie de ventajas:
- breve período de rehabilitación
- reducción del síndrome de dolor postoperatorio
- ausencia de una gran sutura/cicatriz en el paciente.
Cirugía robótica con Da Vinci
Los especialistas de clínicas extranjeras realizan cada vez más nefrectomías con la unidad robótica Da Vinci. En primer lugar, con su ayuda es posible llevar a cabo la operación que más órganos preserva: extirpar sólo una parte del riñón afectado.
Hoy en día, el robot Da Vinci es el "patrón oro" de la nefrectomía. Durante su realización, el médico controla las "manos" del robot y realiza punciones no superiores a 1 cm. La duración de la operación robótica es de unas 2 horas, y la estancia posterior en el hospital es de un máximo de 3 días.
Ventajas de la nefrectomía robótica con Da Vinci:
- mínima pérdida de sangre y traumatismo durante la intervención
- baja probabilidad de complicaciones
- corto periodo de rehabilitación (3-4 días), síndrome de dolor reducido;
- ausencia de cicatrices en el cuerpo tras la intervención.