Al principio era muy escéptico, investigué mucho e hice muchas preguntas.
Al final elegí al Dr. Ali Sadioglu, y fue la mejor decisión que podía haber tomado.
El Dr. Sadioglu me conquistó por completo con su trato tranquilo y empático, sus muchos años de experiencia y su excepcional paciencia. Opté por un lifting facial profundo y un lipofilling, y los resultados superaron con creces mis expectativas.
El Dr. Sadioglu trabaja con extrema precisión, se toma mucho tiempo y responde a los deseos individuales. Uno siente que no sólo está en buenas manos con él profesionalmente, sino también personalmente.
Él y su equipo ofrecieron un paquete completo sin preocupaciones. Pasé 9 noches en un hotel estupendo. Pasé dos noches en el hospital después de la operación. Durante este tiempo, tuve mi propia enfermera in situ durante dos noches, que me proporcionó el Dr. Sadioglu. Muchas gracias también a la enfermera Shawa por sus amables y cálidos cuidados. Esta atención personal me dio una sensación adicional de seguridad. El propio Dr. Sadioglu estuvo in situ durante dos días para comprobar el proceso de curación.
En los días siguientes, una enfermera del Dr. Sadioglu vino al hotel todos los días para hacerme un chequeo, y también había una enfermera in situ las 24 horas del día, todos los días de la semana, en el propio hotel.
Una pequeña nota al margen: por desgracia, el servicio de traslados VIP no fue tan fiable como se esperaba. Sin embargo, esto no es culpa del equipo del Dr. Sadioglu, sino que es responsabilidad exclusiva del proveedor externo.
La atención médica y todo el equipo de la consulta (Defne, Buse, Elif) fueron de primera clase en todos los aspectos.
Si usted está buscando un cirujano excelente para un lifting facial, definitivamente está en las mejores manos con él. Para mi no hay mejor cirujano, goza de mi total confianza porque sabe exactamente lo que hace. Volvería a operarme con el Dr. Ali Sadioglu en cualquier momento.
Un consejo para después de la operación: compre compresas frías en la farmacia local y póngalas en la nevera de la habitación del hotel.
Fue la mejor decisión que pude tomar.