Desde el momento en que pones tu primer pie en MasQi te sientes bien al instante. La energía de todo el lugar se puede sentir en todas partes. El personal es encantador, todos hacen todo lo posible para hacerte sentir lo más relajado posible, la comida se ve increíble, tiene un sabor increíble y es buena para ti. Las habitaciones son estilizadas, acogedoras y cuidadas hasta el más mínimo detalle. Sonia, la dueña del hotel, es una de las damas más encantadoras que he conocido. Ella se asegura de que todos en el hotel, incluido el personal, tengan todas sus necesidades satisfechas. Si necesita descansar, restaurarse, revivir... Masqi es el lugar al que debe ir.