Los miembros del equipo médico son muy amables y serviciales. Aunque no hablo nada de coreano, puedo sentir su pasión y empatía, lo que redujo drásticamente mi ansiedad por pasar por la cirugía. Me apoyaron mucho desde el principio hasta el final cuando dejé Seúl. Y muchas gracias a la asistencia de Yena, quien brinda instrucciones detalladas antes y después del cuidado en lugar de simplemente trabajar como intérprete. Ahora, dos meses después de la cirugía, estoy bastante contenta con la forma de mis nuevos párpados. Parecen mucho más jóvenes y alerta.